¿La fertilidad recae solo sobre la mujer? ¿Y el hombre qué?
Aun cuando estamos en pleno siglo XXI, socialmente esta muy estigmatizado que la fertilidad o bien solo depende de la mujer o el porcentaje que depende del hombre es insignificante, y nada más lejos de la realidad, ser padres es trabajo de dos y es necesario que ambos, sobre ese proyecto en común, adquieran el 50 y 50 de responsabilidad.
En nuestras sesiones de coaching en UFN Medical, cuando hablamos de este tema, reflexionamos y profundizamos sobre el rol de la mujer y del hombre, porque puede ser que la fertilidad se vea afectada por un “origen desconocido”, con lo cual, no solo la mujer necesita evaluarse, tratarse, analizarse, profundizar en sus emociones, sino que el hombre también necesita integrarse en este proceso.
Culturalmente, parece que los hombres no se implican en el proceso de fertilidad, más allá de tener relaciones sexuales cuando “toca”. Tampoco las mujeres dejan a los hombres que se impliquen a su manera, pretendiendo que lo hagan todo como ellas quieren y si no es así pues mejor que no hagan nada. De ahí que aparezcan las “mujeres que todo lo resuelven” y “hombres que no hacen nada”.
El proceso de fertilidad es un trabajo en equipo, donde no hay un jefe dictatorial que dice cómo, cuándo y dónde se deben hacer las cosas, sino que hay dos personas trabajando en un proyecto en común, donde es necesario que la típica frase de “ya lo hago yo” la dejemos de lado, porque esto no es un trabajo sobre quién lo hace mejor, quién tiene la razón o quién tiene el fallo, es un trabajo de dos, con implicación de dos y responsabilidad de dos.